viernes, 9 de febrero de 2018

Una pareja con el don de servicio Carlos Alberto García González e Ivett Bermea de García

Carlos Alberto García González e Ivett Bermea de García
Carlos Alberto García González e Ivett Bermea de García

Carlos Alberto García González e Ivett Bermea de García han construido un matrimonio sólido conscientes de que la base de la sociedad es la familia.

“Hasta el día de hoy hemos sembrado la semilla del esfuerzo y vamos a seguir
haciéndolo, pues tenemos muchas ganas de continuar trabajando”.

En esta época de reflexión y unión familiar, los agentes aduanales Carlos García González e Ivett Bermea exhortan a los matamorenses a no perder la fe y tener la esperanza que el 2018 será un año mejor para todos.

Carlos, originario de esta ciudad e Ivett, de Nuevo Laredo, estaban destinados a ser pareja.  
Se conocieron cuando ambos estudiaban la carrera de Contador Público en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Y mientras cursaban el quinto semestre se llevó a cabo un simposium al que acudieron y donde se marcó un parteaguas para su relación.

Al graduarse y después de compartir tantos momentos juntos, ninguno de los dos quería separarse, pues Carlos regresaba a Matamoros e Ivett a Nuevo Laredo.

En un momento dado él confesó: “Yo te quiero tanto que un día te voy a pedir que te cases conmigo”, ella estaba emocionada mientras sus amigas se reían de la situación.

“Nos llevábamos tan padre como amigos, que teníamos miedo de ser novios, pero el último año de la carrera me pidió que fuera su novia y dos meses después de graduarnos nos casamos”, comentó Ivett.



Con 23 años de casados con tres hijos Carlos Alberto, Natalia y Tania, quienes representan el motor que los impulsa a trabajar arduamente, aunque esto conlleve la ausencia de alguno de los dos por algunos instantes y los hijos comprenden.

“Nuestros hijos están conscientes de que no podemos estar en todo, no porque andemos de vacaciones, sino porque estamos trabajando. Y lo hacemos no sólo para dejarles un mejor futuro, sino al entorno que nos rodea: la comunidad. Pero definitivamente todo lo que hacemos es pensando en familia, ya que su opinión cuenta, pues no puedes hacer algo sin el apoyo familiar”, afirmó Carlos.

Este amor por el trabajo es un valor que tanto Carlos como Ivett tienen muy arraigado, gracias a la educación que ambos recibieron de sus padres.

“Esta pasión por trabajar la traigo en la sangre desde mi abuelo materno, Benjamín González Padrón. A pesar de que estudió sólo hasta segundo año de primaria, logró ser un hombre muy exitoso en los negocios. Le decían ‘El burrito de oro’, pues era muy trabajador”.

“En el caso de mi abuelo paterno, Carlos García De la Garza, era socio y chofer de una empresa transportista. Creo que si trabajas lo suficiente y sabes hacer equipo, no tiene por qué irte mal”, comentó.

Carlos recuerda que de niño tenía el deseo de ser senador cuando fuera grande, al mismo tiempo de que muestra una enciclopedia que leía y donde escribió su deseo.

“Hace 37 años de esto, pero qué buena onda que un chavito de ocho o nueve años tenga esa meta. Nunca he tenido la oportunidad de participar para el Senado de la República, pero fui candidato en tres ocasiones. La primera no logré un triunfo, pero en las últimas dos sí. Así que mi sueño de chavito, porque eso era lo que me inculcaban mis papás, que si uno se ponía a estudiar, le echaba ganas y trabajaba, algún día podría ser una realidad.

“Tanto Ivett como yo venimos de familias luchonas, de gente echada para adelante, no de dinero, pero sí de matrimonios fundados en el amor, sólidos y trabajadores. Cuando me preguntan cómo me iba en la escuela cuando era niño, puedo decir que sacaba puro diez y que estudiaba mucho para obtenerlos y poder formar parte de la escolta. Tuve el honor de ser sargento en primaria y secundaria, pero lo hacía porque quería sobresalir”, refiere Carlos García.

Una anécdota que se le viene a la mente y lo pone feliz, es cuando formó parte de la escolta en tercer año de secundaria.

“En ese tiempo mi papá era transportista y siempre estaba viajando. Me acuerdo que cuando me tocó entregar la escolta, pues era sargento, tenía el deseo de verlo y no llegó. Entonces cuando iba caminando a la oficina de la dirección a dejar la bandera a la vitrina, lo vi que venía corriendo y me llené de emoción porque hizo todo su esfuerzo por acompañarme y lo abracé. Es una anécdota que no se me olvida, pues llegó tarde, pero llegó”, comentó.
Como buen canceriano, Carlos es un hombre que se caracteriza por su tenacidad. Y no importa cuántas veces se caiga, él se levanta.

“Y esa tenacidad la aplica en el negocio, en la política, en la familia y en los hijos. Creo que al final del día si haces las cosas por convicción y no por conveniencia, si lo haces de corazón, vas a seguir luchando hasta que logres no solamente una, sino todas las metas que te hayas trazado”, comentó Ivett.


http://carlosgarciagonzalez.mx/






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas Gracias a los Matamorenses que votaron por el proyecto y la planilla de Carlos García hicimos la mejor campaña

"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo. Un esfuerzo Total es una victoria completa" M.Gandhi. Muchas Gracias a los ...